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Denunciamos el estado en que se encuentran los cañones Ordoñez del Castillo de Montjuïc con los que tenemos el privilegio de contar en nuestro castillo.
Instalados durante la guerra del ’98, fundidos en la Fábrica de Cañones de Trubia (Asturias), son las cuatro piezas que se conservan de las líneas de costa y de las baterías Álvarez de Castro que se ubicaron en los terrenos del actual parque Joan Brossa.
Las piezas son de una excepcionalidad en toda regla por habernos acompañado hasta nuestros días expuestos en vía pública. Pero parece que hay quien quiere acabar con ellos, no deliberadamente, sino abandonándolos municipalmente a su destino sin ningún tipo de mantenimiento, “grafiteados”, oxidados y con piezas rotas.
Lo que en otros países sería motivo de conservación de un legado histórico, aquí es presa de quienes todavía les cuesta distinguir entre historia y opinión, entre testimonio y significado.
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